HOSPITAL VETERINARIO CIUDAD REAL. CENTRO DE ESPECIALIDADES

Buenos días, me gustaría poder contar lo acontecido estos últimos días con mi gato Momo.
En primer lugar. Querría recalcar que mi padre era veterinario, mi hermano es veterinario, mi cuñada es veterinaria y varios tíos míos eran veterinarios. Es decir, que puedo sentir la profesión por mis venas y haberla mamado desde pequeño, aunque yo no me haya dedicado a ello.
La tarde del lunes 3 de mayo mi mascota sufrió un accidente, por lo que de manera urgente lo trasladé al hospital veterinario de Ciudad Real, situado en la calle del Carmen nº 17. Mi Momo había sufrido una caída desde un segundo piso.
Nada más llegar, intervinieron rápidamente y lo estabilizaron, cosa que doy las gracias por ello. A partir de ahí, el relato de la historia es la que acontece a continuación:
Una vez estabilizado, hablado con “la veterinaria”, que me confirma que está respirando con dificultad pero que está estable, se me comenta que van a hacer radiografías para evaluar si ha sufrido daño interno en la caída, ya que todavía no se aprecia, pudiendo tardar unas horas en salir. Por lo que se va a tener que hospitalizar. Le comenta a la recepcionista que me haga el consentimiento de la hospitalización. Mi sorpresa es cuando dice que el presupuesto es de 276€ por ese día (adjuntaré ticket para ver que no estoy mintiendo) por lo que se va a hacer, que si lo acepto. Digo que sí. Que vas a decir en esos momentos, si la vida de tu gato está en juego. Cómo si tengo que vender una mano para poder salvarlo. El caso no es ese, sino que cuando me lo dan, yo evidentemente salí sin cartera ni nada. Sólo mi gato en brazos y mi coche. Es cuando le digo que ahí no tengo dinero, me dice que esa misma tarde me pase en una hora o dos para pagar. Yo estaba en shock, evidentemente no articulaba palabra con lo que estaba viviendo. Es decir, mi gato luchando por vivir y esta gente hablando de dinero.
Si estás en urgencias, creo que en esos momentos no puedes hablar del tema económico. O al menos, es lo que nunca se me habría pasado por la cabeza. Recuerdo que vengo de familia de veterinarios que han tenido clínicas propias, habiendo vivido situaciones idénticas con muchos pacientes de mi padre. Recalco que era cliente de la clínica, que mis tres gatos iban a esa clínica para vacunarse, antiparasitarios, etc. Así como que ya habían curado a mi gato en otra caída hace dos años, que el historial de pagos es inmaculado y nunca se ha dejado un euro a deber. Es más, en una ocasión cargaron el importe de 66 € dos veces, y se tuvo que reclamar y esperar a que lo devolvieran porque no encontraban ese doble cargo, hasta que se tuvo que insistir y al final se devolvió el cargo después de unas semanas. (Hay datos en los extractos de cuenta que lo corroboran, no se está vertiendo una falsa acusación)
El caso es que dos horas después me acerqué con mi pareja a pagar el presupuesto (la verdad es que si estás en urgencias) ¿Tú ya sabes que pruebas vas a realizar? ¿Ya sabes que le vas a hacer y pagas por adelantado? ¿O tendrás que ir viendo la evolución e ir tratando el caso de una manera diferente? ¿Y si realmente no realizan todo lo que marcan en el presupuesto, pero claro, tú ya lo has pagado? ¿Esto que es un comercio on-line que encargas algo y lo pagas? Pónganse en el lugar de que llevan a su hijo a su clínica privada en una urgencia y le dicen 30 minutos después de llevarlo de que éste es el presupuesto y que tienen que pagar ese día. Usted ya es cliente, y aunque no lo fuera ¿Es ético y moral hablar de dinero en esa situación? Pongo este ejemplo, porque para nosotros nuestros gatos son cómo nuestros hijos, no tenemos hijos y ellos son como si lo fueran, es más yo daría mi vida por ellos. Llámenme loco, pirado, insensato, desequilibrado por esto que estoy escribiendo, pero es lo que siento.
Una vez pagado, aprovechamos para hablar con la “veterinaria” que estaba tratando a mi Momo. Los pronósticos no eran nada halagüeños, ya sabíamos que la situación era mala y que los análisis los conocíamos de antemano debido a su situación antes de la caída. Todo ello unido a que los análisis de bioquímica, la creatina volvía a ser muy alta (por encima de 6, cuando lo normal es entre 1 y 2 y ya dos es alta), el nivel de hematocritos era muy bajo (prácticamente 8.5, que es un índice bajísimo, unas horas antes era de que también era altamente preocupante, lo que hacía indicar que la caída había producido un daño interno en algún órgano y que estaba provocando una hemorragia interna , de ahí que lo primero que se debía haber realizado era en centrarse en ello. Que debido a ese nivel de hematocritos aparte de la anemia severa que sufría mi gato, debería haber intuido, aunque la radiografía no lo constatara (parto de esta base, sin ser veterinario, pero con un previo conocimiento en bioquímica, no es muy difícil de diagnosticar que hay hemorragia interna de algún órgano, aunque todavía no haya sido visible en la radiografía). Cosa que no dijo “la profesional”. Todo ello ya lo sabíamos y éramos conscientes de ello. Ya que mi gato le habían detectado una insuficiencia renal y ya había estado hospitalizado todo el fin de semana. Evidentemente no en esta clínica, sino en otra clínica veterinaria que no se encuentra en Ciudad Real, donde lo estuvieron tratando y estabilizando los niveles hasta donde pudieron. Debido a que dicha clínica se encontraba a casi 100 km de Ciudad Real, se tomó la decisión de llevarlo a este Hospital Veterinario de Ciudad Real, no hubiese aguantado el viaje (aparte de ya ser cliente de ellos y haber tratado a mis animales anteriormente), ya que supuestamente podría equiparse con los suficientes medios y profesionales a lo que se supone que es una de las mejores clínicas de la región. Tras este breve inciso, vuelvo a la conversación con la “veterinaria” que estaba tratando a mi gato. La cual nos comentó la situación, tenía fractura de cadera, respiraba, pero al tener el riñón dañado la cosa era complicada. Los hematocritos eran bajísimos y el nivel de creatina muy alto. Insisto, en que esto ya lo sabíamos por los análisis previos realizados durante el fin de semana. Es cuando ella seguía remarcando y remarcando la bioquímica, haciendo ver que no tenía salida y que era inútil seguir haciendo nada, ya que como ella decía: Para que se va a hacer una transfusión de sangre, (si es muy cara) si no va a sobrevivir y teniendo el riñón como lo tenía, que para qué se va a intentar hacer algo., que no merecía la pena. No es el dueño el que tiene que decir si se toma la decisión de decidir si se hace o no. O si él quiere pagar el dinero que sea para que viva, que es lo que nosotros haríamos. Pagar lo que sea mientras haya un ápice de esperanza, lo que sea. ¿O no lo haríais por un hijo? Él es nuestro hijo, que, aunque no sea un ser humano y sea un animal, para nosotros es igual. (Siento volver a desviar el tema con esta nueva divagación) el asunto es que la conversación básicamente iba a que se eutanasiara a mi gato (se podría tildar de prepotencia sus conclusiones). No con esas palabras, pero prácticamente por la gravedad del asunto. Es cuando se le paró los pies por parte de mi pareja a la profesional, ya que no paraba y paraba de hacer referencia al análisis. (No sería más conveniente decir, vamos a luchar, vamos a ver que soluciones hay, aunque sea un 1 %. Mientras hay vida, hay esperanza). Así como expresar su opinión si está en contra o a favor de la eutanasia, lo que a mí realmente me da igual lo que piense y sus juicios morales, cada cual es libre de pensar cómo él quiera. Es cuando mi pareja le comentó que ella estaba en contra de la eutanasia y que yo lo había vivido muchas veces, debido a la profesión de mi padre, que no lo iba a hacer con mi animal. Entonces, una vez zanjado ese asunto, comentó que vamos a ver si aguanta la noche. Así nos marchamos, una vez nos dejaron verle.
A la mañana siguiente, llamaron por teléfono diciéndonos que seguía igual, que iban a repetir los análisis y demás pruebas. A lo que nos negamos en rotundo y le comentamos que no. Que nos lo llevábamos de su clínica, que nos preparara el animal que lo llevábamos a la clínica donde lo trataron el fin de semana, aún a riesgo de que empeorara. Pero lo que no íbamos a hacer era que siguieran mareando la perdiz con pruebas y más pruebas y básicamente pagando más dinero por cosas que no tenían sentido (parto de la base y experiencia acontecida durante la hospitalización y basándome en todo lo que llevo a cuestas durante mi vida familiar. La cual siempre ha estado rodeada de especialistas en veterinaria. No hablo desde un ámbito especialista en la materia, ya que no soy veterinario y no puede tener un juicio clínico de ello). Si en un día ya nos cobraron 276 € como si esto fuera un pedido on-line, que más te puedes imaginar. Esta decisión no se tomó por tema de dinero, ya que nos da igual gastarnos lo que fuera en nuestros animales, sino más bien por el trato que nos estaban dando (no me refiero al cuidado del animal, que en ese sentido no me meto, ya que se tendría que examinar el informe de lo administrado, tratado, pruebas realizadas y un largo etc, para dictaminar si la praxis ha sido la adecuada o no. Al no ser un profesional de la rama, no tengo esa capacidad de opinión, aun teniendo la experiencia de haberlo vivido desde pequeño desde la distancia) sino a la humanidad por parte de ellos y el resto del trasfondo.
Una vez ido a la clínica a recogerlo para trasladarlo a otro sitio, solicité hablar con el gerente. El cual me atendió, le expuse mi punto de vista respecto a la manera de actuar en el modo de pago por adelantado en una urgencia, relatándole todo lo acontecido. Me dejó expresarme y una vez me hubo escuchado, me argumentó su política de empresa. Cómo él me comentó, ellos no son bancos, ni financieras y demás comercios, que ellos son veterinarios y que dicho negocio cuesta mucho dinero mantenerlo. Pago de nóminas, luz, tratamientos, 24 horas abierto, urgencias, etc. Y que por ello y que tras ver que la gente anteriormente iba a urgencias y luego no pagaba que adoptan esta política. Me comentó que al menos el cliente pagaba la urgencia, eso sí, por adelantado. Lo que te indigna es el argumento que te expone dicho gerente ejemplificándolo de la manera siguiente. Me comenta que cuando la gente va a comprar una hamburguesa la paga por adelantado, antes de que te la sirvan y nadie se queja. Entonces nuestros animales que son ¿Hamburguesas? ¿Pagamos por adelantado el pedido y luego…? Este ejemplo que me expuso es totalmente cierto y verídico (si no se creen lo que están leyendo, llamen por teléfono a esta clínica y pregunten al responsable de esta clínica si es verdad o mentira el ejemplo que me puso) no me lo estoy inventando ni sacando de contexto lo que el gerente me dijo. Esto es una de las cosas que más me ha indignado de este “negocio”.
Me parece perfecto y tan respetable como otra política, pero que no creo que sea de humanidad que hagan esto cuando tu animal está en una urgencia y te obliguen a pagar sí o sí antes de emitir un diagnóstico. En mi humilde opinión, una vez que el animal ha salido de la urgencia y que se le están aplicando los tratamientos o cuando vas a recogerlo, pues pagas la factura final y sin problemas. O hablas con ellos para que te lo financien o se llega a un acuerdo. Es lo que se suele hacer en la mayoría de las clínicas, o al menos es lo que yo he visto por mi experiencia.
Lamentablemente, mi gato falleció tras el traslado a la otra clínica. A la cual llegó con vida (un milagro, ya que me lo dieron con metadona para el dolor y ni tan siquiera con una vía con suero o algo que me hubiese facilitado el traslado. Me lo dan con una toalla quirúrgica, sabiendo que iba en coche y con 100 kilómetros por delante). Me quedo con el consuelo que los profesionales de la otra clínica hicieron todo lo posible para salvarlo, sin escatimar en nada, ni pedirme dinero por adelantado, aún sabiendo de la gravedad del asunto, intentaron por todos los medios mantener hasta el último ápice de esperanza, intentando dar soluciones reales. Mi alegría es que pude cogerle sus patitas y mirarle a los ojos durante una hora en el traslado en mi coche e ir despidiéndome de él. MOMO que era un ángel en forma de gato, ya está con lo angelitos. Ya está con ellos, está en el cielo y en el corazón de mi pareja y el mío. Siempre estará ahí.
De todo lo acontecido saco como conclusión que no por tener más medios que otros, ni tener unas instalaciones último modelo va a ser mejor, o tener muchos seguidores en redes sociales y publicidad por toda la ciudad. A veces, muchas clínicas pequeñas, más humildes, con menos medios de actuación, no tendrán todo lo que tienen esta clínica en cuestión. Pero si tienen una cosa, HUMANIDAD, la cual a veces es necesaria en la manera de decir las cosas y de la manera de ejercer diferentes políticas de empresa, no sólo la del dinero por delante. Existen muchísimas clínicas en Ciudad Real y provincia que pueden dar ese cariño y ese trato. Ya sean grandes o pequeñas, con más medios o menos, hospitales o clínicas. Pero ese calor humano no encontrado en la clínica en cuestión, si se puede encontrar en muchos otros sitios.
A mi Momo ya nadie me lo va a devolver, mi ángel ya está con los angelitos.
Si puedo ayudar con esta experiencia vivida a la gente, y que valoren en qué manos dejas a tus animales, los cuales son tus seres queridos y que más quieres en esta vida.
Muchas gracias por haber tenido la paciencia de leer todo este largo y tedioso relato.